sábado, 28 de mayo de 2016

Valparaiso allá vamos!!!

By Sole

Sábado 4 de abril

Nos levantamos tempranito, hacemos un rápido desayuno y salimos. Ups, son las 7:50 y el metro aún está cerrado. Habiendo calculado algún tipo de demora como esta en el tiempo de viaje, decidimos esperar junto a un par de personas más a que sean las 8:00 hs. Con puntualidad inglesa cuando el reloj marca la hora indicada nos dejan ingresar y 2 minutos después ya estamos en el subte.

Llegamos a la terminal de micros 20 minutos antes del horario de partida. Considerando que estamos en la capital del país me resulta pequeña. Recorremos la planta baja, y el primer piso donde se encuentran los baños -que resultan ser pagos-. Sólo nos queda sentarnos a esperar que sean las 8:40 hs. Qué bien vendría un cafecito caliente!!! Y como estamos de mini-vacaciones… este tipo de deseos se hacen realidad!!! Antes de subir al bus hacemos una para en uno de los bares para aprovisionarnos de cafeína!!!

Durante la espera descubrimos que podríamos haber comprado los pasajes ese mismo día sin problemas. Qué le vamos a hacer? Tenemos que aceptar que somos obsesivos de la planificación…

Una vez más partimos con una sorprendente puntualidad!!! Antes de salir de la ciudad paramos en "Pajaritos", otra de las paradas de buses a las que se puede llegar con el metro. Es sorprendente lo extendida que está la red en la ciudad; sería como llegar al conurbano bonaerense en subte…

Recorremos los alrededores de Santiago, a medida que nos acercamos a la periferia las edificaciones van siendo más escasas, entrando paulatinamente en una zona descampada con poca vegetación y montañas de fondo. Como estamos yendo hacia el oeste, o sea hacia el mar, vamos a tener que traspasar esas elevaciones… Por suerte existen túneles que las atraviesan y hacen que la travesía no sea tan complicada. El paso de cada túnel es una experiencia en sí misma!!! Tras emerger del primero nos encontramos con una zona brumosa. Ingresamos con una excelente visibilidad y salimos en medio de una nube!!! Y en el segundo, ingresamos con un cielo parcialmente nublado y salimos con sol!!!

No todo es naturaleza en los alrededores. Cada tanto pasamos por pequeñas áreas pobladas con cúmulos de restaurantes ruteros… ya me imagino las clásicas excursiones parando a desayunar, almorzar, merendar o lo que sea ahí con sus pasajeros cautivos…

Ya falta poco para llegar, la ruta se divide en dos cual libro elige tu propia aventura con dos destinos posibles, y este caso muy conocidos: Valparaiso y Viña del Mar. Tomamos la vía de la izquierda que nos conduce a la primera opción. Antes de darnos cuenta ingresamos en la ciudad y minutos después ya estamos en la diminuta terminal de ómnibus.

Ni bien bajamos del micro nos "atacan" de todos lados con ofertas de excursiones y mapas. Los esquivamos con gran habilidad encontrándonos con un puesto oficial donde nos entregan en forma gratuita información y un bonito mapa de la ciudad.

Las calles vecinas a la estación no son para nada atractivas. Abundan los manteros que en su mayoría venden huevos de Pascua -es su última oportunidad de vender los productos- intercalados con otros que exponen todo tipo de baratijas dignas de los antiguos locales de todo por $2.

Esquivamos a la muchedumbre que se agolpa alrededor de estos improvisados "puestitos" y caminamos hacia la zona del puerto. La avenida por la que vamos nos lleva hacia la Plaza de la Victoria y posteriormente nos internalizamos en lo que sería el distrito comercial con edificios de estilo europeo que albergan a diversos bancos. Por ser día sábado el lugar es un desierto donde si ni siquiera ruedan los fardos de pasto seco…




Siguiendo hacia el área portuaria, nos vamos metiendo en calles más estrechas con pequeños bares y restaurantes de aspecto populoso. Aún tenemos mucho por recorrer; no creo que el mediodía nos encontré por estos lares…

Entre ida y vuelta nos encontramos con una escalera con los escalones pintados de colores, y junto a esta uno de los famosos ascensores!!! De más está decir el rumbo que tomamos… a contar escalones se ha dicho!!! No creo que sea el lugar más popular del paseo por la suciedad y basura que abunda en la larga escalinata. Con algo de cansancio y la satisfacción de haber cumplido con la proeza llegamos a la cima!!! La verdad es que no fue para tanto, pero las escaleras me matan!!! Como siempre las vistas valen la pena el esfuerzo!!! Cuando estamos en medio de nuestra sesión de fotos uno de los vecinos del lugar nos advierte de que no nos adentremos en esas calles porque minutos atrás habían robado a unos turistas. Danger!!! Se activa la lamparita roja del peligro que hace que las defensas vuelvan a subir…



No vamos a tentar a la suerte…y la verdad es que la zona no es de lo más linda. A menos de 10 metros de los medios de elevación las construcciones son bastante precarias, bastante parecidas a las de los asentamientos de emergencia. Así que damos media vuelta y sin encontrar el mirador que teóricamente había en los alrededores volvemos a bajar por la misma escalera por la que habíamos subido.

Enfilamos hacia la plaza Sotomayor, encontrándonos a una una cuadra y algo de esta con el ascensor El Peral. No caemos en la tentación de hacer las cosas de la manera más fácil y vamos en busca de la escalera, que justamente está unos cuantos metros después. Por la poca gente -por no decir nula- que hay supongo que la mayoría debe utilizar el elevador… Subimos a paso sostenido en estado de alerta esperando que en cualquier momento aparezca un punga o algún perro callejero. Respiramos aliviados cuando llegamos arriba no habiéndonos enfrentado a ninguno de esos potenciales peligros (tal vez más imaginarios que reales pero riesgos al fin). Esta vez si encontramos el mirador!!! Y en consecuencia bastante gente, aunque no tanta para que salgamos corriendo de aquí!!! Entre los visitantes hay algunos argentinos y los clásicos brasileros con potentes zapatillas de correr AsiCs -con cuerpos que no evidencian el efecto de la actividad física- acompañados con sus mujeres con altos tacos que no sé cómo hacen para caminar sin caerse ni ampollarse los pies!!!

En el lugarcito que encontramos libre entre la gente intentamos algunas selfies con una bonita panorámica de fondo -se confirma que tenemos que comprar el famoso "palito"-. Agregado a la lista de compras para el próximo viaje!!!



Si agarran un mapa de la ciudad tendrán una idea que esta está edificada en la ladera de distintos cerros. En esta oportunidad estábamos en el cerro Alegre, donde está el paseo Yugoslavo.

Además de la vista, resulta sumamente atractivo el Palacio Baburizza que actualmente alberga al Museo Municipal de Bellas Artes. A partir de este punto se puede llegar a otros miradores y recorrer coloridas calles con cierto aire bohemio. No faltan los restaurantes y cafés con mesas en terrazas con excelentes vistas. Eso sí, para disfrutar de toda esta zona hay que estar dispuesto a caminar por calles con desniveles poniendo a prueba la fuerza y resistencia de las piernas… No tengo palabras para explicar lo placentero que es caminar por todas estar laberínticas callecitas en un soleado día de abril!!! Desde nuestra visión, vale totalmente la pena!!!

Palacio Baburizza
Este es uno de los casos donde las imágenes valen más que cualquier descripción, así que mejor véanlo con sus propios ojos en estas fotos que tomó Seba.





Qué hambre!!! Creo que se está haciendo la hora de comer!!! Tras evaluar un par de opciones terminamos almorzando en Brecon's. Ofrecen un menú que incluye lo que teníamos ganas de comer ese día: pescado! Obviamente, estando en una ciudad frente al mar no podíamos dejar pasar la oportunidad de comer un pescadito… En esta oportunidad la víctima fue la "reineta". No tengo idea de que pescado es, pero está rico.

No puedo dejar de mencionar lo que nos sucedió cuando pedimos el café que estaba incluido en el menú… nos trajeron 2 tazas con agua hirviendo y un tarro de Nescafé descafeinado!!! Si querían sorprendernos, realmente lo lograron!!! Ni siquiera en mi casa se me ocurre hacer algo así cuando alguien me pide un café…

Hágalo usted mismo!

Aún nos queda un lugar por visitar antes de regresar a Santiago. Si bien son las 14 hs y tenemos pasajes para las 18:30, o sea que tenemos bastante tiempo por delante, no queremos estar corriendo entre los cerros. Mejor tomarse las cosas con calma y dedicarles el tiempo que se merece… a "La Sebastiana", la casa de Pablo Neruda en esta ciudad. Si después nos sobre tiempo ya veremos qué hacer con él.





En las últimas cuadras que nos separan de la casa-museo comienza a aumentar la cantidad de gente y de puestos que venden souvenires con muy poca gracia. Menos mal que en su viaje anterior Seba se había comprado un par de imanes de heladera (su souvenir obligado de cada lugar que visitamos) porque los que había no eran lindos, y ni siquiera tenían buena terminación pero sí altos precios…

domingo, 22 de mayo de 2016

Viernes Santo en Santiago

By Sole

3 de Abril 2015

Los chilenos se toman muy en serio el feriado del viernes santo. La noche anterior no habíamos conectado el despertador: necesitábamos descansar un poco y no teníamos mucho apuro para levantarnos porque la mayoría de los lugares -incluyendo los malls- iban a estar cerrados. A pesar del deseo de dormir nuestro despertador interno hizo que antes de las 8 de la mañana ya estemos desayunando.

La calle parece un desierto, más aún la estación del metro donde parece haber más personal de seguridad que pasajeros. A pesar de ser feriado el subte viene rápido, unos 20 minutos después estamos en lo que sería el downtown de la ciudad. Al no ser un día laborable, lo que habitualmente sería un hormiguero está totalmente despejado salvo por varios homeless que aún se encuentran dormitando en los recovecos de los edificios. Un par de cuadras y llegamos a La Moneda, el palacio de gobierno que fuera bombardeado durante el golpe de estado de 1973. Inevitablemente me lleva a la película "La casa de los espíritus" basada en el libro de Isabel Allende que miramos la semana anterior. Hay bastante seguridad y varias personas que parecen estar esperando algo. Sacamos un par de fotos al palacio y a la estatua de Salvador Allende que parece estar observado desde afuera el edificio donde "se suicidó" tras ser derrocado el 11 de septiembre de 1973.

Palacio La Moneda

Añadir leyenda
En las calles siguientes pasamos frente a varias construcciones que llaman la atención por su imponencia y en caso del ex Congreso Nacional de Chile por la belleza de sus jardines. La soledad de las calles pronto queda atrás al pasar por una pequeñísima zona que parece el Perutown con restaurantes y locutorios con la bandera de Perú y el nombre del país en sus marquesinas, y una gran afluencia de transeúntes en los alrededores. Unos metros más adelante nos encontramos con la Plaza de Armas, la misma por la que habíamos pasado el día anterior, que se encuentra rodeada por la Catedral Metropolitana, el museo Histórico Nacional, el Correo Central y la Municipalidad de Santiago. Ingresamos a la Catedral cuya fachada se encuentra parcialmente tapada por andamios. Nos llama la atención lo largo de la iglesia, el altar queda tan lejos que dudo que las personas sentadas en el último asiento logren ver la cara del sacerdote durante la misa. La pobre iluminación natural también resulta llamativa; por lo antigüedad esperaría que tuviese más ventanas para favorecer la entrada de luz. Dejando de lado esas particularidades, sin ser ostentosa es una linda iglesia.

Ex Congreso Nacional de Santiago

Catedral de Santiago

En esta oportunidad nos tomamos un rato para descansar en uno de los tantos bancos de madera del parque. No somos los únicos que tuvimos la misma idea, parece ser un día de descanso para varios. Me resulta entretenido observar a la gente, sus conductas, su fenotipo y forma de vestir, tratando de encontrar cosas en común; es una manera de dejar expresar al sociólogo que todos llevamos dentro.

Whisky!!!

Habiendo recuperado algo de energías seguimos viaje. Poco a poco las piernas vuelven a entrar en calor para subir al pequeño cerro Santa Lucia. Entramos por un costado, la entrada menos concurrida metros más adelante nos lleva hacia la fuente de Neptuno. Junto a la misma hay un cartel que invita a arrojar una moneda para que se cumpla no sé qué deseo; evidentemente no es la Fontana de Trevi y la gente no sucumbe a la tentación de conseguir algo en forma mágica. Esquivando a varios turistas continuamos caminando hacia el objetivo final: el mirador! Hay varias formas de subir, pero en lugar de tomar la escalera que nos lleva hacía de manera más directa vamos siguiendo la rampa que corre paralela a la vía para vehículos. Pasamos junto al castillo y foto de por medio continuamos caminando en forma incesante hacia la escalera que finalmente nos acerca al punto más alto. Como no podía ser de otra manera está lleno de gente, incluyendo un par de mujeres que arrodilladas y con una estampita en la mano elevan sus plegarias a los cielos. Entre el smog habitual se divisan todos los edificios más altos de los alrededores con la cordillera de fondo. Para los que no tiraron la moneda en la fuente y tienen ganas de deshacerse de ella hay un par de larga vistas como los que es frecuente ver en los miradores. Trágame tierra! Entre los visitante hay una familia de argentinos que en forma vergonzosa intenta falsear el sistema del larga vista introduciendo un objeto en la ranura de las monedas. Apuesto a que el sistema es a prueba de argentinos porque enseguida desistió…

Fuente de Neptuno

Desde el mirador

Al bajar nos encontramos con una terraza muy bonita con un par de tótems y bancos en los que hacemos otro descanso. Cuánta vagancia!!! Cada dos pasos nos sentamos en un banco a descansar!!! Si no lo mencioné previamente, estamos disfrutando de otro hermoso día de sol y calor; la suerte está de nuestro lado.

Se acerca el mediodía y el estómago comienza a quejarse. Antes de almorzar decidimos dar una vuelta por el diminuto y bello barrio París- Londres. Da placer caminar por las callecitas adoquinadas con construcciones de estilo europeo. Pequeño pero encantador.



Encontrar un lugar para comer abierto, que se no sea un fast food, parece casi una tarea imposible. Pese a mi rechazo habitual a las hamburguesas terminamos haciendo nuestra visita anual (en mi caso) a la cadena de los arcos dorados. Voy a reconocer que este caso hay un par de cosas que llaman mi atención de manera positiva. Por un lado, en los carteles además de tener expuesto el nombre del menú y el precio tienen las calorías. Me parece bien que lo informen, después está en cada uno que hacer con esa información. Estás dispuesto a invertir 500 Kcal en una hamburguesa? Otro detalle son las Coca Zero en lugar de las regulares acompañando las fotos de los combos. Pulgares arriba para esta propuesta de al menos ingerir 200 Kcal menos en un combo!!! Y el otro punto que no tiene nada que ver con las calorías, está relacionado con el estímulo a la lectura. En los mantelitos de papel que recubren las bandejas de plástico proponen a los niños scannear un código para ingresar a una biblioteca virtual. Me dio la impresión que el tema de la lectura es algo que preocupa bastante a los chilenos: además de aparecer en varios carteles publicitarios, tienen varios bares bibliotecas donde uno puede sentarse a tomar un café mientras lee un libro del lugar. Me llevo la impresión de que es un país que intenta evolucionar…

No sucumbí al magnífico aspecto del Big Mac que eligió Seba -qué después me sienta como una bomba atómica a punto de explotar- y elegí un wrap de pollo. Eso sí, con papas fritas que no se cambian por nada y Coca Zero.

Bastante pipones seguimos hacia el próximo destino… la estación terminal de buses. Para llegar a este lugar tomamos el metro hasta la estación Universidad de Santiago. El plan del sábado -o sea mañana- es ir a pasar el día a Valparaiso. Habíamos leído que se puede sacar el pasaje el mismo día por la alta frecuencia de buses, pero el encargado del departamento nos asustó un poco diciéndonos que como era fin de semana largo seguramente no íbamos a conseguir pasaje… Nada que ver!!! Había miles de pasajes disponibles para todo horario y en distinta ubicación dentro del micro. Hicimos la compra y volvimos al metro; los alrededores de la estación no parecen tener gran atractivo. Esta vez el viaje es más largo porque habiendo subido faltando 2 estaciones para llegar a San Pablo -una de las estaciones finales de la línea 1-, decidimos bajar en la estación que se encuentra en el extremo opuesto: Los dominicos.

Tendría que contar por cuantas estaciones estamos pasando, pero son muchas! Más de media hora después -por estimar el tiempo de alguna manera, puede haber sido un poco más- llegamos.
Dónde estamos? Creo que llegamos a la nada misma!!! Por un lado una gran avenida y al final un parque coronado por una pequeña capilla. Como queríamos visitar la feria de los dominicos enfilamos hacia la iglesia. Mmm, sospecho que la feria está cerrada por el feriado. El lugar está en la soledad más absoluta. Avanzamos hacia ahí confirmando minutos después la sospecha. Nos perdimos la feria de artesanos de la ciudad, apuesto que la decepción de Seba debe ser mayor porque es el que más disfruta de recorrer este tipo de lugares.

Iglesia de los Domínicos

El día sigue precioso, no vamos a seguir dando vueltas bajo tierra. Caminemos un poco más!!! Giramos 180º y vamos hacia la avenida que va hacia el famoso barrio de Las condes. Apuesto que la gente que vive en estos modernos edificios con preciosos balcones -algunos que tenían hasta sombrillas que sobresalían hacia el exterior- debe tener auto para realizar sus actividades cotidianas. Más allá de un par de negocios aislados todo el resto son edificios. Hacemos una parada en el único supermercado que nos cruzamos por la zona haciendo mi habitual visita de museo observando y analizando detenidamente todos los productos expuestos en las góndolas. Esperen!!! No cierren la esta página!!! No los voy a aburrir con mis hallazgos…

Tras esta especie de descanso caminamos varias cuadras más hasta encontrarnos con la siguiente estación del metro… compramos un par de cositas y las mochilas pesan demasiado como para seguir caminando con esta carga en la espalda!!!


El resto del día es de descanso. Tenemos muchas expectativas para mañana… promete muchas horas de caminata por la vecina ciudad de Valparaiso.

domingo, 15 de mayo de 2016

Seguimos recorriendo Santiango: La Chascona, una casa que no tiene nada de chasco!

By Sole

Cuando salimos al exterior notamos que el cielo continua despejado y la temperatura en ascenso; apuesto que debemos estar cerca de los 28ºC pronosticados. Tras cruzar la calle llegamos a un parque, y un poco más allá los vestigios con río Mapocho que atraviesa la ciudad corriendo en el fondo de un cajón artificial construido por el hombre. Al ser un río de deshielo, actualmente el caudal es escaso. Es muy agradable encontrar espacios verdes en medio de la ciudad para abstraerse un poco de tanto cemento y el caos circundante. 


Río Mapocho en su canal artificial

Emprendemos la caminata de la tarde por esta sucesión de parques encontrándonos con el Museo de Bellas Artes a nuestra derecha, y justito frente a este una inconfundible obra de Botero. Ese caballo de partas gordas no puede haber sido pensado y llevado a la realidad por otra persona! Luego de la foto obligatoria llegamos al parque Forestal. Nada más lindo que un gran espacio verde con árboles y bancos en su sombra. Un lugar ideal para sentarse a leer, comer algo o simplemente a descansar en sus bancos. Qué calor que hace! Igual no me quejo! Prefiero un día así a uno con lluvia.


Museo de Bellas Artes

El caballo de Botero
Lo atravesamos sin detenernos, disfrutando de la sombra de los árboles. Cruzamos el río por uno de los tantos puentes, acercándonos lentamente hacia nuestro próximo destino. Tal como indicaba el mapa pasamos por una calle cuyo nombre nos llama la atención: Pio Nono!!! Supongo que será en honor a un Papa y no a la bollería hecha con harina, azúcar y huevos. Es increíble como de una cuadra a otra todo cambia… al girar dejamos atrás una calle desolada y nos internalizamos en el bullicio. De un lado de la calle queda la universidad y del otro un pintoresco patio de comidas –Patio Bellavista- con una amplia variedad de opciones culinarias y mesitas al aire libre. Tras recorrerlo nos llevamos la impresión de que es un lugar interesante para tomar algo al atardecer o comer en una noche de verano.

Otra vez en la calle nos encontramos con una seguidilla de restaurantes/ locales bailables que aún emanan un mix de olor a alcohol y cigarrillo. Parecen ser antros de noche y restaurantes de día, con mesas en la calle para evitar la hediondez del interior. Estos olores sumados a la música  de Mark Anthony y el show en vivo de un grupo de rap le dan cierta atemporalidad al lugar… tranquilamente podría haber sido las 2 de la madrugada.
Avanzamos una cuadra más y el silencio vuelve a apoderarse del lugar. El barrio recupera la tranquilidad. Unos metros más adelante hallamos lo que venimos buscando: La Chascona!




Se trata nada menos que de la casa que perteneció a Pablo Neruda. En realidad es la casa que tenía en Santiago, también tenía una en Valparaíso y otra en Isla Negra.
Pagamos los $5000 de entrada, dejamos las mochilas en los lockers y comenzamos el recorrido siguiendo las explicaciones de la audioguía incluida en lo abonado. Lamentablemente sólo se puede sacar fotos en el exterior de la casa, el interior sólo quedará plasmado en mi retina. (Gracias a Google van a tener la posibilidad de ver el interior en algunas fotos que tomé prestadas).

La visita comienza en un patio donde ya se pueden ver un par de coloridas pinturas en las paredes y una reja que incluye camufladas las letras P y M haciendo referencia a los habitantes de la casa. Así, casi de casualidad me enteré que Neruda tuvo 3 mujeres oficiales. Esta casa corresponde a su vida junto a la tercera, Matilde Urrutia. Un tiempo después de una relación casual, se reencontraron y decidieron emprender un camino en común. En un principio compró esta casa para alojar a Matilde y tener un lugar para sus encuentros clandestinos hasta que finalmente dejó a su segunda esposa, una argentina varias años mayor que él, y la transformó en una de sus moradas. El nombre "La Chascona" de la casa hace justamente referencia a la cabellera enmarañada de esta mujer que parece haber sido su gran amor con quien permaneció hasta el día de su muerte el 23 de septiembre de 1973.


El ingreso desde uno de los patios

Matilde Urrutia según Diego Rivera (http://www.bitacora.com.uy/)

A medida que vamos recorriendo la casa voy descubriendo aspectos de Neruda que hasta este momento me eran desconocidos, y en algunos casos bastantes curiosos, esos que no figuran en las biografías formales. Basta con el ver el primer ambiente: el bar del capitán. Fiel a su nombre, esta habitación podría haber pertenecido a un barco –a Pablo le gustaba el mar y los barcos pero prefería vivir en tierra firme-. Esta especie de comedor incluye un pequeño bar que perteneció a un barco, y en el espacio contiguo, una mesa de madera  alargada, un tanto angosta para que las palabras entre los comensales no se perdieran, con sillas haciendo juego. Me llamaron mucho la atención los objetos que adornaban el lugar como la vajilla, cuadros, mesitas, y chucherías que Pablo fue trayendo de sus viajes por Europa y Asia. Esto reafirma la teoría que tenemos con Seba (pero que nos siempre ponemos en práctica): si estás de viaje y algo te gusta, cómpralo!!! Sino después te vas a arrepentir… Neruda por distintas razones –funciones diplomáticas, exilio, placer-  fue un viajante y coleccionista de objetos interesantes.


El comedor (http://www.idealista.com)

Siguiendo con la casa, una pequeña puerta nos da acceso a un pasaje secreto, la ruta de escape que utilizaba Pablo para abandonar sigilosamente a las visitas e irse a dormir la siesta que era sagrada! También usaba esta puerta para hacer sus apariciones, tomando por sorpresa a sus invitados. Apostaría a que fue un hombre bastante sociable por el largo de su mesa, con sentido del humor como lo demuestra su salero y pimentero –en lugar de decir “Sal” y “Pimienta”, decían “Morfina” y “Marihuana”, y ciertas excentricidades que no a todos se les permiten, como abandonar a los invitados e irse a dormir la siesta.

De esta pequeña sala secreta salía una escalerita caracol con sentido ascendente que desembocaba en un pequeño comedor que posteriormente formó parte del sector de la casa que utilizaba Matilde cuando volvió a habitar la casa tras la muerte de Pablo. En forma contigua nos encontramos con el escritorio de Matilde, y un poco más allá el dormitorio –inicialmente de huéspedes y posteriormente de la señora de la casa-. Imagino que habrá sido difícil volver a habitar un lugar con tantos recuerdos felices luego de la muerte de un ser querido.


El comedor de Matilde (http://www.turistik.cl)

De alguna manera volvemos a salir a un patio, pero en un nivel superior respecto al de ingreso. Una escalera nos conduce a la sala de estar “Faro”, un living de paredes vidriadas donde hay varios sillones de aspecto muy cómodo y acogedor que da ganas de quedarse un rato ahí.  No podemos dejar de apreciar cada uno de los souvenirs que Pablo se trajo de los viajes que son una presencia constante en cada ambiente. Me pregunto cómo se le ocurrió traer de la India un caballo de madera de más de un metro de altura… El tamaño de los objetos no parecía ser un factor limitante a la hora de comprar algo lejos de casa. Otra de las cosas que se repiten son las características obras  –sobre todo sillas y mesas - del artista Fornasetti. Sin saber nada de arte podemos predecir con gran atino que objetos son de su autoría, tienen un patrón en común que no se describir.


El living (http://selectaenlinea.com)

La audioguía cuenta que tras el golpe militar que tuvo lugar pocos días antes de la muerte de Neruda este sector de la casa sufrió grandes daños posterior a la inundación de la zona provocada por los militares mediante la obstrucción de las acequias. Una de las tantas cosas que no tienen más justificativo que la maldad.
Esto no fue impedimento para que el velorio del escritor se llevar a cabo en la casa, requiriendo el tendido de tablones sobre el barro para transladar sus restos hasta ahí. Posteriormente, la vivienda fue reparada y habitada por Matilde.

Volvemos al exterior, pero saliendo por una puerta diferente a la que habíamos entrado. Tengo la impresión de estar perdida en un laberinto! Otra escalera nos lleva a un patio donde hay un mural de piedra de la muralista y amiga de los dueños de casa Maria Martner. La otra cosa que nos llama la atención es la placa que menciona el origen del apellido artístico Neruda, que fue tomado del escrito checo Neruda. Instantáneamente viajamos miles de kilómetros hacia Praga, más precisamente a la calle Nerudova donde aún está la casa natal de dicho artista, en las inmediaciones de la que almorzamos unos sándwiches sentados en una escalera.

-          “Seguimos?” me pregunta Seba devolviéndome a la realidad.

Dejo atrás Praga y vuelvo a Santiago, más precisamente al patio de la Chascona encontrándome con el “bar de verano” -una habitación de 3 paredes con un bar-.  A esta altura ya confirmamos que a Pablo le gustaba jugar al barman y tomarse un  whisky o un buen vinito. Imagino lo lindo que deber ser un atardecer de verano en este lugar cuando la temperatura comienza a bajar y sopla una brisa suave… un sueño!


El bar (http://www.viajesyfotografia.com)

Frente a nosotros: otra escalera más!!!  Esta nos conduce hacia la biblioteca, el lugar elegido para leer y escribir.  Actualmente casi no hay libros, pero si se pueden ver algunos objetos como los anteojos con gruesos vidrios, una réplica de la mano de Matilde, diplomas, y medallas con las que fue galardonado en vida el poeta. De estas últimas se destaca la correspondiente al premio Nobel de literatura que le fuera otorgado en 1971.
Para concluir la visita ingresamos a la sala Francia con mapas y objetos traídos de ese país. Pablo habría aprendido francés porque quería leer a los autores de dicho origen en su idioma original… otra cosa con la que sentí algo de identificación con él, ya que desde hace un tiempo si un libro fue escrito en inglés lo leo en ese idioma evitando las traducciones.

Biblioteca y escritorio (http://www.plataformaurbana.cl)

Una visita muy entretenida y recomendable para interiorizarse en la vida de Pablo Neruda! Esta vez en lugar de tomar el metro decidimos regresar caminando. El día continúa soleado y resulta muy placentero caminar por los parques que bordean el río. En varias oportunidades nos sentamos en uno de los tantos bancos a descansar un poco las piernas. Entre una cosa y otra llevamos un par de horas caminando. Para acortar camino en un punto incierto del recorrido nos alejamos apenas unos cientos de metros del río y tomamos la avenida que nos llevará a nuestro departamento. Tanto esfuerzo físico finalmente es recompensado con un helado Emporio La Rosa,  una heladería con algunos sabores fuera de lo habitual. Qué indecisión! Tantos sabores tentadores y sólo podemos elegir 3!!! Los seleccionados terminan siendo: chocolate con naranjitas, piña con jengibre, y maní con caramel y chocolate. Ninguno de los elegidos defraudó! Qué deliciosos recuerdos nos estamos llevando de este viaje!!!

Seguimos con la infaltable visita al supermercado donde como siempre me pasa quedo maravillada con la variedad de ciertos productos tanto importados como locales. Por suerte esta vez Seba se entretiene un poco viendo las cervezas -aduce cuestiones laborales- lo que me da tiempo a mirar con cierta tranquilidad. Seleccionamos un par de alimentos para preparar para la cena y volvemos rápidamente al departamento… el día aún no ha terminado. Nos falta visitar uno de los tantos shoppings!!!

A pocas cuadras encontramos el Costanera Mall. En cuestiones de grandes tiendas y shoppings no creo que ningún otro país sudamericano supere a los chilenos!!! Este mall no tenía nada que envidiarle a uno de los Estados Unidos!!! Comenzamos con la tienda que nos suele seducir en cada país que visitamos con sus bajos precios: H&M. El lugar es un caos!!! Prendas por todos lados, con mucha gente revolviendo percheros, probándose ropa y haciendo filas para pagar sus prendas. Esta vez no puedo hacerme la excéntrica y decir "en estas condiciones yo no compro". El tiempo es finito, así que el momento es ahora o nunca!!! En tiempo casi record hacemos una modesta compra; el precio de los 3 productos que elegimos cada uno no llegan a pagar uno solo en Buenos Aires!!! Eso sí, para llegar a este punto tuvimos que bucear entre ropa de todo tipo, donde predominaban los talles extremos (34 y 46) que parecían ser los remanentes de las liquidaciones de otros países donde está esta cadena. Así que sí usan talles extremos no duden en tomarse un avión a Santiago para aprovisionarse de ropa para un par de temporadas.

Como sospecharán estamos super cansados! Las piernas ya hace un rato se vienen quejando y piden a gritos que nos sentemos. Esta vez vamos a hacerles caso… volvemos al departamento donde en pocos minutos preparamos una sencilla cena: ensalada con Nuggets de pollo.


Movidos por el cansancio de habernos levantado a las 4:15 hs y haber caminado gran parte del día enfilamos hacia la cama donde antes de darnos cuenta nos internamos en el mundo de Morfeo.

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sábado, 7 de mayo de 2016

Viaje sorpresa a Santiago! Comencemos con el Mercado Central

By Sole

1 de abril 2015

El viaje sorpresa

El 1 de abril nos levantamos como cualquier otro día. Si bien parece una mañana cualquiera, no lo es. Hoy estamos cumpliendo 5 años juntos. Me apuro para preparar el desayuno; tenemos 20 minutos para desayunar antes de que cada uno se vaya a trabajar.

Terminadas las tostadas Seba me entrega un sobre. Ouch, no tengo nada para darle; me había hecho prometerle que no le iba a comprar nada… Al abrir el sobre de papel madera descubro un par de hojas impresas con el logo de Lefam, la empresa de turismo donde compramos los pasajes de los últimos viajes-, un mapa de Santiago y 2 miniguías de la revista Loney Planet, una de Valparaiso y una de Santiago. Mañana nos vamos a Santiago!!!

Durante varias semanas Seba trabajo silenciosamente organizando un viaje sorpresa de aniversario, sin que yo sospechase siquiera! Fue una hermosa sorpresa de aniversario!!!


2 de abril 2015

Son las 7:55, el avión comienza a carretear por la pista de Aeroparque. Seba feliz, mira por la pequeña ventanilla de la aeronave. Aceleramos y poco a poco vamos alejándonos del suelo. Pese a tener muchos despegues en mi haber, nunca deja de ser un momento de estrés del que no disfruto. Seba con gran placer va relatando lo que va viendo “cancha de Excursionistas… cancha de River… cancha de Platense…río Luján…y acá damos la vuelta…cancha de Lanús, Banfield, Temperley…”. Al mismo tiempo, con toda esta descripción de fondo, yo me sumerjo en un mundo místico repitiendo mantras y elevando plegarias hacia todos los dioses para que no permitan que el avión caiga. La razón queda totalmente de lado, y sólo un destello de realidad me hace preguntar por la salud mental del piloto en cuyas manos y decisiones nos encontramos. Pasan un par de minutos, el avión se estabiliza, la luz que indica que hay que abrocharse el cinturón de seguridad se apaga, y de a poco vuelvo a ser un ser racional. Entre sudokus, claringrillas me olvido que estamos a más de 10000 metros de altura. Café con muffin, cruce de cordillera y ya estamos en Chile.

El descenso no fue tan brusco como me habían contado que sería, no me resulta para nada diferente a otros aterrizajes. Santiago nos recibe con el cielo totalmente despejado de nubes, pero no del habitual smog de la ciudad. Realmente se ve así o tengo los vidrios de los anteojos sucios?

Para ir hasta el alojamiento tenemos tres opciones: taxi, bus o tranfer. Sin necesidad de hacer piedra, papel o tijera, y siguiendo la lógica optamos por el transfer, una especie de taxi compartido por pasajeros que se dirigen a la misma área y que cuesta menos que un taxi. Pagamos $7000 (desde ahora $ son pesos chilenos) por persona. Este viaje nos da una primera impresión de Santiago que resulta bastante positiva.

El departamento que eligió Seba está muy bien ubicado, a media cuadra de la estación de metro Los Leones. No faltan tampoco los locales comerciales y de comida en estas cuadras del barrio Providencia. El apartamento resulta más que adecuado para nuestra corta estadía. Estamos muy conformes. Nos acomodamos rápidamente y salimos a recorrer Santiago!

Vista desde el departamento

Compramos el boleto de metro correspondiente al “horario valle”, de $660. Según el horario del viaje varía el precio de pasaje, siendo el más caro el del horario pico a $720. A pocos segundos de llegar al andén llega la formación. Los coches son amplios, con buena iluminación y aire acondicionado dignos de cualquier país del primer mundo. Tras pasar por 3 estaciones de la línea 1, bajamos en Baquedano para hacer combinación con la línea 5 por 2 estaciones más.

Jueves 12 del mediodía, la plaza de Armas es un gentío! Abundan las piedras y el cemento entre los árboles que dan algo de sombra a los numerosos bancos de madera que invitan a los transeúntes a tomar un descanso. Esta vez no hay tiempo para sentarse, tal vez la próxima…

Plaza de las Armas

Motivados por el horario y el estómago que ya comenzaba a hacer ruidos caminamos hacia el Mercado Central, donde pensamos almorzar. Un par de cuadras con negocios de cotillón y lanas, y llegamos. Este mercado es el sueño de los amantes del pescado, y obviamente también de los curiosos como yo! Es un gran edificio con un diseño arquitectónico muy particular en el que se destaca su estructura metálica de hierro forjado, fabricada en Inglaterra. Confirmando que no se trata de una edificación cualquiera, posteriormente leemos que el mismo fue inaugurado en 1872 y que en 1984 es declarado Monumento Histórico. Dejemos un poco los aspectos técnicos de lado y volvamos a nuestro recorrido…


Con tanta luz fue lo mejor que se pudo sacar...

El interior de esta gran estructura está ocupada por una sucesión de puestos de venta de pescado fresco que se encuentran en plena actividad. Merluzas, jureles, salmones, reinetas con ojos y escamas que aún conservan cierto brillo esperan apilados, junto a cangrejos y mariscos que en mi vida he visto, a que alguien los compre para preparar algún platillo especial el venidero viernes santo. Apuesto a que la actividad del lugar debe ser más intensa del lo habitual por ser jueves santo y al día siguiente estar cerrados todos los locales… hay que se previsor y aprovisionarse de todos los ingredientes de la receta. Los pescaderos con sus delantales blancos toman y pesan raudamente en básculas colgantes los pedidos de las señoras que se aglomeran alrededor de los puestitos. El ambiente resulta bastante caótico… Por un lado tenemos los gritos que van y vienen entre compradores y vendedores que intentan comunicarse en medio del bullicio del lugar, y por el otro a la gente que a fuerza de golpes avanza entre los compradores evitando pisar los grandes charcos de agua proveniente del descongelado de los escamas de hielo que mantienen refrigerada la mercadería. A pesar de todo esto, me resulta sumamente atractivo, es todo lo que espero de un mercado!!! Seba también parece estar en su salsa, y no para de capturar escenas de la vida de diaria del lugar con su cámara.




Si bien no vamos a cocinar pescado, no nos vamos a quedar con las ganas de probar algún ejemplar!!! Tras evaluar las distintos puestos y restaurantes del mercado optamos por una mesita en el primer piso de ¨Donde Blanca¨. El lugar es pequeño pero está preparado para recibir muchos comensales; las mesas parecen haber sido colocadas por un experto jugador de Tetris para optimizar el espacio.
La carta se basa en pescado y mariscos; el 50% de los platos quedan descartados de una. Sólo me queda elegir entre los pescados… casi sin dudarlo voy por salmón. Hace cuánto que no como eso y mucho menos a este precio!!! Pedimos un salmón con “agregado” de tomate  -la forma local de llamar a la guarnición- y una paila especial con camarones, nachas y ostiones… Evidentemente Seba es osado y para nada conservador a la hora de elegir. Luego de hacer el pedido no puedo con mi curiosidad y le pregunto al mozo que significa “a la pobre”, otra de las opciones de guarnición. Con cierto orgullo me contesta “es un acompañamiento de cebolla, huevo y papas fritas. No tiene nada de pobre!!!".

Pronto llega una sopa en la que flotan una innumerable cantidad de restos de animales de los que desconozco sus nombres. Seba parece contento con su plato y yo con el mío que sabe tan bien como su prometedor aspecto lo anticipó.

Sorry, teníamos tanta hambre que no llegamos a sacar foto...

Habiendo esquivado otro de los locales por la presencia de un hombre cantando parece que nos vamos a poder escapar del  show… aparece el hombre con su guitarra en mano. Nooo!!! La sorpresa es mayor cuando identificamos que está cantando un tango!!! En mi gran ignorancia no imaginaba a los chilenos amantes de este género musical… o tal vez es un show para turistas argentinos???

Satisfechos con la comida damos un último pase por el mercado, ya inmune al olor ambiental que alterna entre el del pescado fresco y el de las frituras según el sector.


Uno de los objetivos del viaje ya está cumplido: comer pescado en el mercado central!!!